DIDÁCTICA DE LA MÚSICA, MANUAL PARA MAESTROS DE INFANTIL Y PRIMARIA.
Capítulo 3. Aplicaciones didácticas de las TIC en educación musical.
Espinosa, J. G. (2015). Didáctica de la música. Manual para maestros de Infantil y Primaria. Logroño. Universidad Internacional de La Rioja.
Este capítulo está contenido dentro de “Didáctica de la música. Manual para maestros de Infantil y Primaria” escrito por Espinosa (2015), nos comenta las aplicaciones didácticas que tienen las TIC en educación musical. En primer lugar, hacen referencia a las orientaciones prácticas. Sostiene que actualmente estamos en una época en la que están en auge las nuevas tecnologías y anima a los docentes a aprovechar las posibilidades didácticas que estas ofrecen. El docente no debe tener miedo a introducir las TIC en el aula ya que como se ha dicho, estamos en una época en la que las nuevas tecnologías están en auge y por tanto los niños son grandes entendidos de estas. Espinosa se refiere a estos alumnos como “nativos digitales”, por lo tanto, anima a usar las TIC en el aula siempre y cuando se tengan en cuenta las capacidades de sus alumnos, condicionadas sobre todo por sus edades. El autor afirma que las TIC aportan grandes facilidades en el aula, desde escuchar directamente una pieza con el timbre de cualquier instrumento acercándonos a la realidad, escribir piezas muy sencillas, de ritmos y notas muy básicas, hasta escribir formas mucho más complicadas, con grafías y efectos mucho más avanzados. Además, estas nuevas tecnologías ofrecen apariencias muy atractivas para el alumnado y son muy fáciles de utilizar y muy intuitivas.
Una de las herramientas en las que hace especial hincapié el autor es a la edición de partituras. Mediante estos editores se puede escribir música a muy diversos niveles y, además, pueden ser utilizadas tanto por los profesores como por los alumnos. Los profesores pueden escribir piezas para trabajarlas en el aula, modificarlas a su gusto, transponer alturas e incluso escucharlo todo al momento. También es una buena herramienta para que el alumno aprenda y se acerque a la grafía musical. Para los alumnos puede ser bastante lúdico, pero al ser estos editores rigurosos con las reglas del lenguaje musical, los alumnos pueden familiarizarse y aprender de una forma divertida. Estos editores tienen una ventaja y es que, como se ha dicho anteriormente, puedes escuchar al momento lo que escribes lo cual es bastante gratificante e instructivo para los alumnos, incluso puedes introducir notas vía MIDI; es decir, puedes interpretar en un instrumento conectado al ordenador una serie de notas y al momento, aparecen escritas.
El autor también recoge diversos recursos que las TIC nos pueden aportar a la enseñanza musical y los agrupa en:
- Programas para el adiestramiento auditivo, dentro de este tipo de programas da importancia a los editores de audio como son por ejemplo Magix, Gold Wave y Audacity que permiten jugar con el sonido o Microsoft Home o Classical Plus que ofrecen guías de audición de obras clásicas.
- Programas para la práctica del lenguaje musical, en los que entraría el editor de partituras nombrado anteriormente. Como por ejemplo Sibelius y Encore, páginas web como Educa con Tic o Música, Maestro.
- Programas para la discriminación instrumental: en este grupo el autor hace referencia a los recursos nombrados anteriormente y añade YouTube con tutoriales sobre instrumentos y a juegos totalmente lúdicos como Guitar Hero.
- Programas para creación de recursos propios como por ejemplo Hot Potatoes o Web Quest que hacen posible que los docentes sean los máximos responsables de sus materiales.
En primer lugar, las ventajas que presentan estos recursos son: la inmediatez con la que se consiguen los objetivos, la limitación de errores, la atracción que generan en los alumnos, la posibilidad de sociabilizar con los demás y el almacenaje tan sencillo de la información que se genera. En cambio, como se ha dicho antes, también existen inconvenientes los cuales son labor del docente evitarlos.
Otro de los recursos en los que ahonda el autor y que más importancia está adquiriendo en las aulas, es la pizarra digital. Espinosa afirma que la pizarra permite una enseñanza colectiva, provocando el aprendizaje de un lenguaje que, como tal, busca la comunicación y se nutre de ella. Además, las posibilidades gráficas aumentan y se puede escribir cosas que en una pizarra convencional no podrías o perderías mucho tiempo en hacerlo.
EL USO DE LAS TIC EN EL APRENDIZAJE DE LA MÚSICA EN ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN PRIMARIA. ESTUDIO DE CASO. PROPUESTA DE MEJORA.
2.11.- La integración de las TIC en el aula de música.
2.12.- Aportaciones, utilidades y aplicaciones de las TIC en educación musical.
En la tesis doctoral de Piña (2013) se hace referencia a Díaz Lara, quien afirma que antes de integrar las tic en el aula de música debemos pensar la relevancia con respecto al currículum que tienen las tic, ver hasta qué punto se adaptan a este, cómo lo desarrollan etc. Y una vez que la decisión de integrar las tic en las aulas de música está tomada, los docentes deben tener en cuenta unos principios básicos:
Deben saber que su utilización fuerza el desarrollo del pensamiento sistemático y su manejo requiere un continuo ejercicio de reflexión.
Como casi siempre que se integra algo ”nuevo” en las aulas, la integración de las tic han llevado a un amplio debate sobre las ventajas y los riesgos que generan.
Por ello, la autora cita a Giráldez Hayes que sostiene que estamos lejos de alcanzar un consenso sobre la introducción de las TIC en el aula. Pero afirma que lo más importante es que si se usan las TIC en el aula se debe definir para qué se usan, cuáles son las más adecuadas y cuándo y cómo deben usarse. El autor recalca que los docentes deben integrar las tic en los objetivos y contenidos del currículum de una manera racional, flexible, que se extiende a lo largo de diferentes cursos con un cierto grado de coherencia y continuidad.
Una buena justificación para integrar las Tecnologías en el aula es que la educación no puede quedar al margen de los avances de la sociedad y debe estar vinculada a la realidad del entorno, sobre todo en educación musical donde actualmente cada fase del proceso musical involucra las tecnologías. Muchos docentes piensan que el uso de las tecnologías disminuye el desarrollo de determinadas capacidades y sostienen que el alumno debería adquirir los conocimientos de las tecnologías en la música extra escolarmente. Giráldez Hayes ( 2007 ) se opone a este pensamiento, y afirma que la opción es adaptar los caminos hacia la música desde una visión amplia que integra los avances tecnológicos.
Para introducir las tic en el aula, la autora ve conveniente que previamente se analicen los recursos de los que se dispone y en función de estos se encuentran dos maneras de introducir las tecnologías en educación musical.
En primer lugar encontramos una aula de informática en la que hay varios ordenadores y trabajan uno o dos alumnos por cada ordenador. Éste procedimiento tiene sus ventajas ya que los alumnos trabajan juntos pero se encuentra un claro inconveniente ya que no se respetan los ritmos de aprendizaje de cada alumno.
En segundo lugar existe el aula de música con ordenador que consiste en que el profesor utiliza la tecnología como una herramienta dentro de su aula. Esto tiene una ventaja y es que permite su integración como parte del proceso del desarrollo curricular mejorando la eficacia de algunas tareas y la calidad de determinados procesos.
Actualmente la música se encuentra en una continua evolución tecnológica, constantemente aparecen nuevos programas informáticos, nuevos sonidos, nuevas formas de componer. Tanto es así que la formación de futuros profesores de música se orienta hacia la integración de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además hoy en día hay muchas facilidades a las que antes no todo el mundo podía acceder ya que estaban vedadas. Desde la creación de los proyectos GNU y las licencias Copyleft, esto ya no ocurre y se puede realizar cualquier producción creativa. Incluso se puede hablar de música libre de dominio público o protegido por una licencia libre.
Hay multitud de aplicaciones con freeware que atienden a varias plataformas (Windows, Mac OS...) y algunos de los que la autora considera interesantes para la educación musical son:
Notación y lenguaje musical: instrumentos MIDI, editores de partituras (MuseScore), insertador de partituras en procesadores de texto (Lilypond) y multiplataformas como Lenmus.
Secuenciadores de audio/ Midi/grabación y edición: la ventaja de estos es su versatilidad.Este tipo de programas informáticos simulan un entorno de grabación. (Rosegarden, Audacity)
Educación auditiva y Lenguaje Musical: por una parte hay programas destinados a una práctica habitual y secuenciada de ejercicios de complejidad creciente, como es el caso de EarMaster, Ear Training o Practica música y por otra juegos o sencillas actividades dirigidas a trabajar uno o varios aspectos temáticos y muy definidos (Peer Gynt, Hoketus o Digital Counterpoint)
Recursos, páginas web: en internet se puede encontrar un gran abanico de recursos musicales. A destadar: www.bivem.orgl , www.teoria.com
Alternativas open source al software privativo como estas dos paginas alternativeto.net o cdlibre.org en las que se ofrecen alternativas al software privado de diferentes programas musicales.
Otros recursos en línea: De los directorios de recursos disponibles en Internet y con posibilidades didácticas en el Aula de Música destaca L’Internet, Recursos en Internet para la educación musical, Audio Archive y Guía de Música. Como centro de información musical en Internet editado en castellano destaca el que ofrece la Biblioteca Nacional española.
A parte de esta clasificación de aplicaciones y programas que la autora considera interesantes, también explica las múltiples aportaciones, utilidades y aplicaciones que tienen en la Educación musical.
En primer lugar, dentro de las aportaciones se hace referencia a Díaz Lara (2008) quien sostiene que las aportaciones de las TIC a la música se pueden concretar en lo siguiente: Favorecen el autoaprendizaje y el aprendizaje cooperativo, presentan modelos exactos, pueden hacer más rápido y eficaz el aprendizaje.
En segundo lugar, presenta las utilidades que tienen las TIC y son: aprender a leer y escribir la música, analizar música de diferentes culturas, trabajar en equipo la práctica musical, ver gráficamente una onda sonora y comprender el sonido, desarrollar la creatividad
Por último, también cita a Aróstegui Plaza (2005) que hace una clasificación de las aplicaciones musicales y las divide en: editores de partituras, secuenciadores, editores de sonido, arregladores, educativos, Internet, herramientas de autor.
COMENTARIO VALORATIVO.
En cuanto a mi opinión, ambos autores siguen casi la misma línea acerca de la integración de las nuevas tecnologías en la educación musical. Muy de acuerdo con Espinosa (2015), pienso que es evidente que la sociedad está avanzando en todos los sentidos, pero sobre todo en el uso de las tecnologías. Estas nos facilitan la vida, y por ello cada vez más docentes hacen uso de ellas en sus aulas.
Estoy a favor de la integración de las TIC en las clases de música de una manera responsable. Veo muchas ventajas a la introducción de las TIC en el aula y la más importante para mí opinión y que he podido comprobar durante mi periodo de prácticas, es la motivación que genera en los alumnos. Pero no solo motivan al alumnado y les despierta el interés sino que tiene numerosas ventajas.
En concreto, el aula de música, siempre ha estado ligada a tecnologías como el casete, CDs, equipos de música… pero el aumento de la tecnología en estos últimos años ofrece grandes posibilidades. Fomentan la participación del alumnado, acercan al alumnado a la tecnología desarrollándose así la competencia digital (competencia básica del currículum), permiten hacer actividades que antiguamente no se podían hacer o se hacían de forma más lenta y lo más importante, desarrollan la formación musical del alumno y pueden contribuir a la consecución de los objetivos marcados en la programación del docente.
Mencionando esto último, me gustaría hacer referencia a Piña (2013) quien recoge una frase de Lara Díaz en la que dice lo siguiente: “Todo uso de las TIC en la actividad docente debe ser guiado hacia la consecución de unos objetivos perfectamente diseñados” y con la que estoy muy de acuerdo. Es más, en una de las tareas realizadas en clase en la que se me preguntaba por los criterios de selección de actividades más importantes, nombraba este, entre otros.
Pero como en todo, el éxito de las tecnologías en las aulas depende en gran medida de la labor que haga el docente y aunque tenga muchas ventajas también pueden ser perjudiciales para el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje y pasar a ser un inconveniente. Como bien dice Espinosa (2015), los alumnos con las nuevas tecnologías pueden perder la paciencia y la concentración buscando un resultado inmediato, pueden aislarse socialmente del contexto del aula o incluso si se trabaja única y exclusivamente con las TIC el alumno podría llegar a ignorar cualquier otra vía de trabajo. Todo esto suponiendo que nos encontramos en un centro donde no faltan recursos y deciden invertir dinero en nuevas tecnologías y en equipos con los que se puede trabajar, ya que no en todos los colegios disponen de todas las tecnologías que nos gustaría tener.
En mi opinión, si un profesor tiene la suerte de encontrarse en un colegio con grandes recursos tecnológicos, debería usarlos. Pero para ello antes debería saber usarlos, y es ahí donde entra el papel de las TIC en educación universitaria el cual realmente veo necesario ya que nos permite adquirir las destrezas básicas en ciertos programas y aplicaciones que luego pueden ser usadas como herramientas de trabajo.
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